A continuación, publicamos la ponencia que presentó el Dr. González Calle, miembro del equipo de cirujanos cardiovasculares de Neolaser Cardiovascular, en la reunión anual de la EACTS (European Association for Cardio-Thoracic Surgery)


El defecto septal auriculoventricular o también llamado canal AV es una malformación cardiaca que supone un total del 5% de todas las cardiopatías congénitas.
Existe un espectro de la malformación que va del canal completo, que es además la cardiopatía más frecuente en pacientes con síndrome de Down (50% de pacientes con síndrome de Down nacen con un canal AV) hasta el canal parcial o también llamado CIA ostium primum y que es la forma más leve de dicha malformación.
Todas ellas comparten la existencia de un defecto en el tabique que separa el corazón derecho del izquierdo y una anomalía de las válvulas de entrada de ambos ventrículos, teniendo especial importancia la malformación de la válvula AV izquierda.
Esta malformación y su tratamiento es el caballo de batalla de esta cardiopatía y la fuente de la complejidad de la corrección quirúrgica inicial y de las secuelas que aparecerán en el futuro.
La válvula AV izquierda del canal AV es la que presenta una malformación más severa de todas las variantes de anomalía de la válvula mitral. Efectivamente, ni siquiera se le denomina válvula mitral por la gran diferencia existente entre ambas aunque en efecto se trata de la misma válvula, o sea, la puerta de entrada al ventrículo izquierdo.
Se trata de una válvula de tres velos en lugar de dos y con una debilidad intrínseca que genera una tendencia natural al desarrollo de insuficiencia valvular a través de la superficie de aposición de los velos septales.
El tratamiento estándar desde la década de los 80 del siglo XX ha sido la sutura de esta superficie de aposición, pero esto genera en muchos casos un problema de estenosis de la válvula ya que deja su apertura muy restringida.
Además, incluso aunque inicialmente la insuficiencia sea corregida, su tendencia natural es a la recidiva debido al mismo motivo que le da su natural predisposición a presentar fuga en la localización mencionada.
La técnica que hemos desarrollado en Sevilla y publicado en la revista The Annals of Thoracic Surgery en 2019 representa un nuevo planteamiento en la cirugía de reparación de la misma, un cambio de concepto, que parte de la consideración de la mismo como lo que genuinamente es, una válvula trivalva, como ya fue descrita por el profesor Carpentier en los años 70, y en un intento de preservar su naturaleza pero a la vez proporcionarle el soporte que necesita para contrarrestar su tendencia natural al mal funcionamiento.
La técnica se denomina «Técnica de Neocuerdas Cruzadas» y nuestros resultados con la misma desde 2019 hasta la actualidad son excelentes.
La técnica de Neocuerdas Cruzadas, descrita en esta ponencia, ha tenido un importante impacto y una gran repercusión entre cirujanos de todo el mundo, muchos de los cuales han solicitado una mayor y más profunda explicación de ciertos detalles, con la intención de incorporar la técnica a su práctica diaria.