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A lo largo de los últimos meses, hemos ido tratando diferentes aspectos de la patología del corazón, abarcando desde los conceptos más básicos de la anatomía y fisiología, hasta las técnicas de tratamiento más modernas, y recorriendo las diferentes afecciones de este órgano.
Quedan todavía muchos temas por comentar y muchas cuestiones por resolver pero, desde un punto de vista más general, hoy vamos a poner el foco en un aspecto muy relevante: la información sobre Salud en la red.
Nos guste o no, ya nadie duda acerca de cómo Internet ha cambiado todos los aspectos de nuestra vida, desde la forma de comprar hasta las maneras de comunicarnos con nuestro entorno. Ese cambio, como no podría ser de otra forma, también ha alcanzado a las vías de informarnos sobre los temas que nos afectan y, evidentemente, la salud es uno de ellos.
¿La información sobre Salud en Internet es buena o mala?
Como casi todas las cosas, no se puede decir de forma absoluta que la información sobre Salud en la red es esencialmente buena o mala, sino que hay que considerar un aspecto fundamental: el origen de esa información.
Así pues, informarse en Internet sobre temas médicos puede ser de una gran ayuda para todos a la hora de comprender mejor los diferentes aspectos de un proceso médico, y resolver dudas que, hace décadas, aumentaban la incertidumbre y la inseguridad que todo cuadro de cierta gravedad acarrea.

Sin embargo, también observamos en la consulta, cada vez con más frecuencia, pacientes que acuden con una gran confusión generada tras la lectura de material erróneo en la red. Esas ideas confusas, además, pueden tener una repercusión directa sobre la salud, en los casos en los que el paciente o su entorno deciden abandonar un tratamiento bien prescrito por un profesional o no acudir al estudio de su dolencia, por culpa de lo que han visto u oído en Internet.
La solución: acudir a fuentes fiables
Una vez más, la solución es más sencilla de lo que podríamos pensar. De la misma forma que, fuera de la red, no haríamos caso a un desconocido sin acreditación alguna que, por la calle, nos “informase” sobre nuestra salud, es importante saber qué fuentes elegimos a la hora de buscar información sobre nuestro problema médico.
En todo medio online, la sección más importante es la que identifica al que firma la información (la típica página de “quiénes somos” o “contacto”), donde podremos diferenciar si se trata de un profesional de la Salud, con un centro de trabajo reconocido, o no reúne esas características mínimas de fiabilidad.
Ante la duda, además, no olvidemos que existe un organismo oficial (el Colegio de Médicos de cada zona), en el que se puede pedir información sobre cada profesional y la veracidad de su titulación.