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Como vimos en el artículo “¿Qué es una endocarditis?”, una endocarditis es una inflamación – infección de la cara interna del corazón que puede provocar destrucción del tejido de las válvulas, así como el crecimiento de un tejido blando y fácilmente desprendible, que conocemos como vegetaciones endocardíticas o “verrugas”.
Por ello, podríamos clasificar las consecuencias más importantes de una endocarditis en dos grupos:
Síntomas locales de la endocarditis
Los síntomas locales de la endocarditis son aquellos que ocurren como consecuencia de la alteración de la estructura o la función de las válvulas. Así como describimos en el artículo anterior, podemos tener insuficiencia valvular (por destrucción de la válvula) o estenosis (por obstrucción de la misma, consecuencia del tejido de las vegetaciones o, a largo plazo, por fusión de los velos inflamados por la dicha endocarditis).
Los conceptos de estenosis e insuficiencia valvulares se describieron en el artículo: ¿Qué es una valvulopatía? y en próximos artículos iremos profundizando en los síntomas de cada una de ellas.
Síntomas a distancia (embolismo)
Los síntomas de la endocarditis “a distancia” son debidos al desprendimiento de fragmentos (o la totalidad) de una vegetación o verruga endocardítica. Por ello, las manifestaciones dependerán del lugar al que se haya dirigido dicho émbolo, provocando isquemia, es decir, ausencia de riego sanguíneo a ese nivel. Aunque cualquier órgano puede verse afectado, destacan los siguientes escenarios:

– cerebro: accidentes cerebrovasculares transitorios (si son microembolias) o permanentes (cuando son fragmentos de mayor calibre)
– intestino: isquemia mesentérica, cuadro de gravedad que puede requerir una intervención urgente
– riñón: alteración permanente o transitoria de la función renal
– extremidades: obstrucción del riego en miembros superiores o (con más frecuencia) superiores, que puede requerir una intervención quirúrgica (embolectomía) para su tratamiento.
Síntomas generales
Por último, en muchas ocasiones la endocarditis constituye un problema sistémico (es decir, con afectación de todo el organismo). Es to es debido a la conjunción de dos factores: por un lado, las infecciones que provocan endocarditis pueden ser muy graves y resistentes; por otro lado, está implicado un tejido que está en contacto con la sangre que se dirige a todos los órganos del cuerpo.
La unión de esos dos problemas puede conducir a una situación denominada sepsis o estado séptico, en el que la infección se ha diseminado por todo el organismo, lo cual es un cuadro grave.
En próximos artículos trataremos el tema del diagnóstico, tratamiento y prevención de las endocarditis.