Índice
En el artículo “¿Qué es un marcapasos? ¿Para qué sirve?”, describimos cómo hay situaciones en las que el corazón tiene un ritmo demasiado lento y necesita un estímulo eléctrico que inicie su latido a una velocidad adecuada.
En esa ocasión mencionamos que el campo de los marcapasos ha experimentado un enorme avance gracias la tecnología actual, permitiendo diferenciar estos dispositivos en tipos muy diversos, al incluir mejoras muy importantes en su funcionalidad (ajuste automático de la frecuencia cardiaca dependiendo del momento concreto, comunicación a distancia con dispositivos que permiten monitorizar al paciente incluso por Internet, etc.).
Sin embargo, la primera clasificación de los marcapasos los divide en función de la parte del corazón que estimula. Así, vemos que los marcapasos pueden estimular la aurícula derecha, el ventrículo derecho y el ventrículo izquierdo.

Los marcapasos que estimulan este último, el ventrículo izquierdo, se utilizan para tratar la insuficiencia y serán objeto de un artículo específico sobre el tema, al diferenciarse de los marcapasos cuya única función es recuperar la velocidad del latido del corazón (frecuencia cardiaca).
Así, centrándonos en los marcapasos que estimulan las cavidades derechas del corazón (aurícula y ventrículo), podemos destacar dos formas de emplearlos en la práctica habitual: marcapasos monocamerales y bicamerales.
Marcapasos monocamerales
Este tipo de dispositivos se implantan solo en una “cámara” o cavidad, generalmente el ventrículo derecho. Se suelen implantar en los casos en los que el latido auricular no aporta funcionalidad alguna, por presentar un problema a ese nivel (por ejemplo, una arritmia no corregible en las aurículas – ver: “¿Qué es la fibrilación auricular? ¿Qué síntomas tiene?”).
En casos excepcionales, si la conducción entre aurículas y ventrículos es muy fiable, se podría implantar un marcapasos monocameral en la aurícula, estimulando el corazón únicamente a ese nivel.
Marcapasos bicamerales
Se denominan así por realizar su estímulo en dos cavidades: aurícula derecha y ventrículo derecho. Mediante esta modalidad, se inicia el estímulo en la aurícula derecha y, tras un retardo (que puede graduarse al programar el marcapasos), se estimula el ventrículo derecho.
La ventaja de los marcapasos bicamerales es aprovechar el latido de la aurícula izquierda, que mejora la función del corazón.
Es muy importante destacar que una de las principales funciones de los marcapasos es “observar” si hay un latido cardiaco espontáneo, en cuyo caso se inhiben y no realizan el estímulo, esperando hasta el siguiente ciclo cardiaco, momento en el que vuelven a analizar si hay ritmo propio. Así, solo estimulan el latido cardiaco cuando este tarda más de lo adecuado en producirse (según unos parámetros que podemos programar en el marcapasos).