En los artículos “¿Para qué sirve el TAVI?” y “¿Qué significa TAVI?”, explicamos en qué consiste esta interesante técnica y cómo nos ayuda a tener un arma más dentro de nuestro arsenal terapéutico a la hora de enfrentarnos con la estenosis aórtica.
Sin embargo, una vez conocido qué es y para qué sirve, la pregunta más importante es ¿a quién beneficia el TAVI? ¿es una técnica útil para todos los pacientes con estenosis aórtica?
Indicaciones del TAVI
No cabe duda que el TAVI es una de las grandes innovaciones beneficiosas de los últimos años en la cirugía cardiovascular.
Al igual que el resto de las técnicas de Cirugía Cardiovascular, sus indicaciones (es decir, cuándo emplearla y cuándo no) van evolucionando a medida que se van incorporando nuevo avances.
Como todos los tipos de intervenciones la implantación de válvula aórtica a través de un catéter conlleva ciertos riesgos, algunos de ellos muy importantes. Por ello, es fundamental, antes de asumirlos, ver qué opción es la más correcta para cada situación, basándonos en datos demostrados a nivel estadístico, en lugar de guiarnos exclusivamente por “el tamaño de la cicatriz”.
Por el momento, se ha demostrado que el TAVI es la técnica de elección en pacientes con estenosis aórtica severa en los que la cirugía convencional (la sustitución de la válvula por una prótesis valvular con cirugía bajo circulación extracorpórea) conlleva un peligro no aceptable (pacientes con una edad muy avanzada, fragilidad o cualquier otra situación en la que la cirugía convencional o su postoperatorio suponen un riesgo demasiado elevado).
(ATENCIÓN: Ver «Novedades en el uso del TAVI«, con la actualización en las indicaciones y uso de esta técnica).
El TAVI, además, ha sido una gran noticia para los pacientes con “aorta de porcelana”. Este problema, caracterizado porque la aorta está totalmente calcificada a su salida del ventrículo izquierdo, imposibilitaba la cirugía de sustitución valvular aórtica. Esto es debido a que, en la cirugía clásica, solo se puede sustituir la válvula aórtica mediante la apertura de la aorta, lo cual es imposible si está completamente calcificada.
Mediante el TAVI, que no obliga a seccionar la aorta, los pacientes con “aorta de porcelana” puede ver resuelto su problema de estenosis aórtica.

Así pues, este concepto abre una puerta de esperanza a pacientes que, hasta el momento, debían sufrir la evolución natural de la enfermedad (la estenosis aórtica es mortal) al no poder planteárseles la cirugía por su alto riesgo.
Sin embargo, en el tema de las indicaciones del TAVI (como en tantos otros otros) los límites son dinámicos, de forma que es posible que, en los próximos años, estas indicaciones se amplíen, abarcando a un número de pacientes mucho mayor.
(ATENCIÓN: Ver «Novedades en el uso del TAVI«, con la actualización en las indicaciones y uso de esta técnica).