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Una vez concluidas las primeras dos etapas del postoperatorio (ver: “El postoperatorio de Cirugía Cardiaca – 1: la UCI” y “El postoperatorio de Cirugía Cardiaca – 2: la hospitalización en planta”), viene la tercera fase de la recuperación: la vuelta al domicilio.
El alta tras la una intervención de Cirugía Cardiovascular depende de muchos factores (tipo de cirugía, condiciones previas de cada paciente, evolución en las dos primeras etapas del postoperatorio (UCI y planta),…) pero se podría decir que el promedio ronda los 7-9 días.
Este momento, deseado y esperado por todos los pacientes, suele suponer una mezcla de alegría y ciertos miedos o preocupaciones. Al igual que el paso de la Unidad de Cuidados Intensivos a la planta de hospitalización suponía un salto en cuanto a autonomía del paciente, el alta es el momento en el que el paciente recupera “las riendas” de su vida y es por ello uno de los momentos más importantes tras la cirugía.
El postoperatorio sigue…
¿Postoperatorio? Sí. Aunque hay quien piensa que el alta es el final del postoperatorio, esto no es cierto.
Las primeras semanas tras el alta son fundamentales para obtener el máximo partido de la intervención al a que se ha sometido el paciente y hacer las cosas bien en esta etapa es muy importante para evitar complicaciones tardías y culminar la recuperación de la forma más satisfactoria.
Eso no significa que esta fase deba ser motivo de preocupación o que se trate de un periodo de grandes dificultades. Todo lo contrario. Basta con aplicar el sentido común y un objetivo fundamental: aumentar progresivamente la actividad física, de forma que nunca haya un salto muy grande entre un día y el siguiente, es decir, debemos dejar que nuestro cuerpo se vaya adaptando a una vida cada vez más activa, pero poco a poco.

Estos son los consejos fundamentales durante las primeras semanas tras el alta:
Dieta
Es muy importante realizar una dieta saludable (baja en sal y grasas de origen animal), teniendo en cuenta, además, los condicionantes propios de cada paciente (diabetes, enfermedad renal, intolerancias, etc.).
Cuidados de herida
Aunque en este periodo la herida ya no es tan reciente, no está de más seguir vigilándola y teniendo precauciones para no someter la zona a tensiones que puedan perjudicarla. En caso de enrojecimiento, hinchazón, separación de bordes, exudado o cualquier otro signo sospechoso, es aconsejable consultar al especialista.
Actividad física
El ejercicio es fundamental en la recuperación. Ajustando la actividad a las condiciones de cada paciente, lo ideal es caminar con mucha frecuencia (varias veces al día), comenzando con paseos cortos, que se irán extendiendo progresivamente, sin llegar nunca a agotarse ni alejarse demasiado. La precaución sigue siendo el valor fundamental.
Hábitos
Lógicamente, es fundamental mantener hábitos saludables que nos ayuden a conservar la salud que estamos intentando recuperar con la intervención quirúrgica: tabaco, exceso de alcohol, etc. no son buenos compañeros de viaje.
Revisiones médicas
En el momento del alta, se aconsejará una fecha aproximada de revisión médica, para ajustar tratamiento y revisar que todo siga en orden. Independientemente de ella, cualquier duda, incidencia o preocupación deben consultarse en el momento en el que se produzcan.