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Conceptos básicos: las arterias y venas
El aparato circulatorio es el encargado de transportar la sangre por todo el cuerpo.
Este sistema está compuesto, entre otros componentes, por arterias (encargadas de llevar la sangre a todos los órganos y tejidos desde el corazón) y venas (que son las que recogen la sangre de todo el cuerpo en su camino de vuelta hacia el corazón).
Las arterias están formadas por 3 capas:
– capa interna: o endotelio, es la que está en contacto con la sangre
– capa media: formada por tejido muscular, es la responsable fundamental de la elasticidad y de los cambios de diámetro de las arterias en las diferentes situaciones que los precisan
– capa externa: o adventicia, constituida por tejido conjuntivo
¿Qué es un aneurisma?
Llamamos aneurisma a la dilatación anormal del diámetro de una arteria que, generalmente, afecta a sus tres capas, provocando su adelgazamiento.

¿Qué peligro tiene un aneurisma?
Las arterias, gracias a su morfología y composición, pueden modificar su diámetro dentro de unos límites, lo cual modifica la tensión arterial, ajustándola a las necesidades fisiológicas.
Sin embargo, cuando su diámetro excede los límites normales, la tensión de su pared crece exponencialmente. Por ello, el principal peligro de un aneurisma es la rotura de la pared de la arteria.
¿Qué síntomas tiene la rotura de un aneurisma?
La repercusión inmediata de la rotura de un aneurisma es la extravasación de la sangre, es decir, el sangrado.
Como es lógico, la gravedad de esta rotura depende de la localización del aneurisma, pudiendo alcanzar una enorme gravedad, en localizaciones como la aorta, arterias intracraneales, aneurismas de las arterias coronarias, etc.
Una vez aclarado el concepto de aneurisma y cuáles son sus síntomas y consecuencias, en próximos artículos analizaremos:
2. ¿Por qué se forma un aneurisma? Causas. ¿Cómo evitar el crecimiento de un aneurisma?
3. Diagnóstico de los aneurismas
4. Tratamiento del aneurisma: diferentes enfoques