Índice
Insuficiencia mitral mínima, leve, ligera…
Con mucha frecuencia, tanto en una consulta de Cardiología como en una de Cirugía Cardiovascular, se escuchan las siguientes preguntas: ¿qué es insuficiencia mitral leve? ¿qué es una insuficiencia mitral mínima?
O incluso otras que preocupan más a los pacientes, como: ¿es preocupante una insuficiencia mitral leve?
Con mucha frecuencia, sobre todo al hacer un chequeo rutinario o al intentar aclarar un problema de salud de un paciente, se le solicita una ecografía del corazón (ecocardiografía). En ella, con relativa frecuencia, el ecocardiografista puede observar (y reflejar en su informe), lo siguiente: “insuficiencia mitral mínima”, “insuficiencia mitral leve” o “insuficiencia mitral ligera”.
Cuando un paciente lee esas palabras, en muchas ocasiones, comienza a preocuparse. Como en cualquier otro tema de la vida, cuando no somos expertos en algo es normal que, en ocasiones, nos preocupemos demasiado.

Yo siempre pongo el mismo ejemplo: si no sé de mecánica de coches y oigo un ruido anormal en el motor, mientras conduzco, es normal que me preocupe, aunque sea por un problema banal. En el caso de la insuficiencia mitral mínima o ligera (leve), este no debe ser un motivo de preocupación.
¿Puede una insuficiencia mitral leve convertirse en una insuficiencia más grave?
Sí. Cualquier grado de valvulopatía puede tender a empeorar con el tiempo, pero esto no suele ser un proceso rápido, sino que habitualmente cursa durante muchos años.
¿Cuáles son los síntomas de una insuficiencia mitral ligera?
Lo habitual es que no haya ningún síntoma asociado, directa o indirectamente, a este hallazgo en la ecografía. Sin embargo, en caso de presentar disnea (sensación de falta de aire) o palpitaciones, es aconsejable una revisión para que el especialista valore si estos síntomas son causados por la válvula mitral o tienen otro origen.
¿Qué se debe hacer ante una insuficiencia mitral leve?
Sin embargo, ante el diagnóstico de esta situación, no está de más una revisión por un especialista, que valorará al paciente de forma integral, es decir, no atendiendo solo al resultado de una prueba, sino contemplando el contexto (síntomas, antecedentes personales y familiares, etc.). Este es el que sugerirá un plan de actuación que, dependiendo de lo que observe, podrá consistir en revisiones periódicas.
Además, el especialista será la persona perfecta para disminuir la preocupación que causan estos primeros diagnósticos, informando de las medidas a tomar en caso de que este problema valvular aumente o empiece a presentar síntomas.