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Como vimos en el artículo “¿Qué es la válvula mitral? ¿Para qué sirve?”, la válvula mitral, que se encuentra entre la aurícula y el ventrículo izquierdos, se compone de dos velos o valvas. Estos son los encargados de dejar pasar la sangre desde la aurícula al ventrículo (al abrirse, en la diástole o relajación ventricular), pero no en sentido contrario (al cerrarse, en la sístole o contracción de los ventrículos).
En ocasiones, por la morfología de dichos velos (por ejemplo porque sean un poco más grandes de los normal), estos no cierran en el plano habitual, sino que su unión tiene lugar “invadiendo” ligeramente el interior del ventrículo, ofreciendo una “imagen de paracaídas”. Esto es lo que se denomina prolapso de la válvula mitral o simplemente prolapso mitral.

Síntomas del prolapso mitral
En general, el prolapso mitral es una alteración que se tiene de forma permanente desde el nacimiento. Sin embargo, la mayoría de las veces, se suele descubrir de una forma casual, tras realizar una auscultación o un ecocardiograma por otro motivo o simplemente un control rutinario.
El prolapso mitral en sí no suele cursar con ningún síntoma ni molestia, si bien en ocasiones puede provocar una regurgitación (insuficiencia) de dicha válvula, ocasionando los problemas que describimos en el artículo: “¿Qué síntomas tiene la insuficiencia mitral?”
Además de insuficiencia mitral, los pacientes con prolapso mitral pueden también presentar arritmias (que se experimentan como palpitaciones) y tienen un riesgo algo más elevado del normal de padecer de infecciones de las válvulas (endocarditis), por lo que puede requerir la ingesta de antibióticos, a modo de prevención (profilaxis antibiótica), antes de realizárseles alguna intervención agresiva (dental, cirugía abdominal, etc.).
¿Cómo se diagnostica el prolapso mitral?
Aunque suele realizarse un primer diagnóstico de sospecha mediante la auscultación, al tratarse el prolapso de una alteración morfológica y funcional, la forma de confirmar su presencia es mediante la realización de un ecocardiograma.

Tratamiento del prolapso de la válvula mitral
No es preciso un tratamiento específico para corregir los prolapsos de la válvula mitral por sí mismos, por lo que la mayoría no se tratan.
Sin embargo, en caso de presentar las complicaciones ya descritas en el apartado anterior, pueden necesitar una intervención terapéutica, la mayoría de las veces orientada a reducir o eliminar la insuficiencia mitral, mediante las técnicas que comentamos en: “Cirugía valvular I: ¿Qué es la reparación mitral?” y “Cirugía de la válvula mitral II: la sustitución valvular mitral”, dependiendo de cada caso.