A lo largo de los últimos años, tanto en la especialidad de Cardiología como en la de Cirugía Cardiovascular, se han desarrollado diferentes técnicas que han supuesto una auténtica revolución cuyos principales beneficiarios han sido nuestros pacientes.
Entre las técnicas que habitualmente realizan los cardiólogos, diferentes procesos han conseguido que superasen barreras previas, hacia unas áreas que antes estaban restringidas a la cirugía y ahora se pueden tratar desde la Cardiología Intervencionista.
Respecto a la Cirugía Cardiovascular, no son pocos los procedimientos que han evolucionado hacia una invasividad menor (cirugía transcatéter, mini-incisiones, procedimientos basados en toracoscopia, etc.).

De esta forma, ambas especialidades han ido confluyendo hasta enfocar procedimientos en los que la dirección ya no está a cargo de un cardiólogo o un cirujano, sino que el protagonismo recae en el Heart Team, compuesto por miembros de las diferentes especialidades.
De la misma forma, el quirófano moderno se ha ido adaptando (o lo deberá hacer en breve, en los casos en los que todavía no se ha hecho) a los nuevos tiempos, permitiendo ofrecer las ventajas que siempre ha ofrecido el quirófano convencional (asepsia, posibilidad de reconvertir un procedimiento mínimamente invasivo a una técnica convencional,…), pero también aprovechando las mejoras tecnológicas (equipos radiológicos de última generación, mesa de quirófano con mayores posibilidades de movilización y sin problemas de radio-opacidad, etc.
Este nuevo concepto de quirófano es lo que se denomina Quirófano Híbrido y aporta una enorme cantidad de ventajas sobre el quirófano convencional o el gabinete de hemodinámica.
En Neolaser Cardiovascular hemos incorporado el uso del quirófano híbrido, lo cual ha aportado mejoras evidentes en la mayoría de los procedimientos.