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Como ya vimos en el artículo sobre los Tipos de circulación sanguínea, la sangre que llega al ventrículo izquierdo tras la circulación menor debe ser impulsada a través de la aorta para llegar a todo el cuerpo. Para evitar que la sangre haga el camino contrario, tenemos la válvula mitral.
Sin embargo, en ocasiones esta válvula no cierra adecuadamente y parte de la sangre, en lugar de seguir su camino hacia la circulación mayor, retrocede hacia la aurícula izquierda y, de allí, puede dirigirse a los pulmones. Esta situación de incompetencia valvular se llama Insuficiencia Mitral (ver: ¿Qué es la insuficiencia mitral?).
¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia mitral?
Este concepto hace que se comprendan muy bien porqué la insuficiencia mitral tiene los síntomas típicos, que son:
Disnea: es decir, sensación de “falta de aire”
Esto ocurre porque la sangre, al retroceder hacia los pulmones, aumenta la presión que hay en sus venas y dificulta la función respiratoria (insuficiencia cardiaca izquierda).
Por ello, en un primer lugar se nota esa sensación de “ahogo”, la cual puede empeorar hasta llegar a los que denominamos edema agudo de pulmón, que se considera una situación crítica. Es lo que coloquialmente se conoce como “pulmones encharcados”.
Palpitaciones: que consisten en notar los latidos del corazón, muy frecuentemente con un ritmo irregular
Cuando estamos totalmente sanos, no notamos los latidos del corazón. Sin embargo, en ocasiones, ya sea porque el corazón vaya muy rápido (taquicardia), muy lento (bradicardia) o con un ritmo irregular, podemos sentir alguno o todos los latidos cardiacos. Esto es lo que se conoce como palpitaciones.
En el caso de la insuficiencia mitral, ya hemos comentado que la sangre, en lugar de seguir su camino habitual, retrocede hacia la aurícula izquierda (y los pulmones), generando un aumento de presión en ella. Ese aumento de presión puede ocasionar que haya latidos aislados, fuera del ritmo normal (extrasístoles) y, con el tiempo, puede tener como consecuencia que la aurícula aumente de tamaño, para compensar dicha sobrecarga.
En esos casos hablamos de dilatación de la aurícula izquierda, la cual se puede ver con facilidad en la ecografía, y dicho aumento de tamaño muchas veces precipita la aparición de una arritmia que llamamos fibrilación auricular.
Esta alteración, la fibrilación auricular, consiste en un ritmo cardiaco anómalo que se caracteriza porque los latidos del corazón son irregulares. Las personas que tienen esta arritmia lo perciben como palpitaciones.
Otras manifestaciones
En casos más avanzados, comienzan a observarse signos de insuficiente circulación por todo el cuerpo (como la fatigabilidad) o de dificultad de retorno de la sangre al corazón (insuficiencia cardiaca derecha, cuya primera manifestación suele ser la hinchazón de los miembros inferiores)
Sin embargo, en muchas ocasiones, incluso en presencia de cierto grado de insuficiencia mitral, los síntomas son escasos o inexistentes durante años. Hablamos entonces de una insuficiencia mitral asintomática.